¿Por qué cada vez que nos miramos al espejo nos fijamos en el mismo defecto? ¿Tanto se nota? ¿Los otros se fijan realmente en él? ¿Qué podría hacer para que desapareciera? En el momento que un defecto estético nos obsesiona debemos buscar una solución, ya que, sin saberlo, puede hacernos cambiar alguno de nuestros comportamientos.
Si llevamos el cabello largo para ocultar unas orejas despegadas cuando en realidad deseamos llevarlo corto; cuando no nos atrevemos a ponernos un bikini porque nos horroriza la grasa acumulada en nuestro abdomen, o una cicatriz o unas estrías; cuando no nos compramos ese precioso vestido escotado porque nos avergüenza nuestro busto, Este es el momento de acudir a un cirujano plástico.
Cualquier operación de cirugía estética cambia nuestro aspecto, pero esto no quiere decir que debamos esperar tener un físico ideal después de una intervención. Alguien que haya decidido someterse a un tratamiento de cirugía plástica no debe pensar que su apariencia cambiará radicalmente y que la gente empezara a tratarla de manera distinta. Uno debe ser realista con los resultados para evitar frustraciones. Pero es cierto que al sentirse mejor consigo mismo, las personas que han sido intervenidas sienten una mayor autoestima, con lo que aumenta la confianza en ellas mismas y, por tanto, mejora su proyección social.
La cirugía plástica ha avanzado en los últimos años, tanto en las técnicas usadas como en la reducción de riesgos, que hoy en día son mínimos. Para minimizar aun mas cualquier posible complicación, es preciso que el paciente acuda a un cirujano plástico certificado y siga las instrucciones tanto antes como después de la intervención. A continuación explicaremos cuáles son los tratamientos quirúrgicos más usuales en cirugía plástica; en qué consisten y qué resultados se pueden esperar.